Tablero sin casillas

La idea de hacer partidas sobre tableros sin casillas es una idea muy nueva, sobre la cual estoy trabajando actualmente. El motivo es por el hecho de dar movimientos realistas a las miniaturas. En un tablero sin casillas las distancias se establecerían utilizando una regla y los giros de los personajes serían en 360 grados, algo muy realista y que precisaría una plantilla de ángulos.

Otro motivo por el que desarrollé esta idea era por la distancia de las armas de tiro, en lugar de contar casillas puede realizarse por centímetros. En este juego se añade una dificultad de tiro de -1% por cada 5 cms de distancia del blanco, aunque es mas fácil calcular -5% por cada 25 cms. Si se emplea una regla de pulgadas en vez de cms, se emplea de una dificultad de -1% cada 2 pulgadas, es decir, cada 10 pulgadas, el arquero tendría -5% de puntería. 

Una regla muy importante, aquellas miniaturas que salgan del tablero, se les considerará huidas y no podrán ser perseguidas por los jugadores.

Estos tableros pueden construirse sobre una tabla de madera de marquetería, de aproximadamente de 50 a 60 cm de lado como tamaño recomendable. También puede ser muy interesante una tabla redonda, yo no tengo ninguna, pero puede ser una muy buena idea.

Pasos en su construcción.

1. Primero puedes hacer un reborde de madera de balsa, pégala bien y espera a que se seque. Esto es para sujetar la cola cuando la expandas sobre la madera, para evitar que se desparrame, de lo contrario la cola se saldrá del tablero y crearás un desastre espantoso y la mesa del comedor quedará hecha una pena.

2. Sobre la madera se hecha y se extiende una generosa cantidad de cola de carpintero. Antes de que se seque, esparce el material que vayas a emplear para el tablero: arena de playa, gravilla extrafina, césped ferroviario, etc. Una vez esparcido el material, aprieta suavemente con las manos para que penetre en la cola, pero con cuidado para no pringarte.

3. Cuando la cola ya se haya secado, da la vuelta al tablero y sacúdelo con cuidado, para que se caiga lo que no se haya pegado. No olvides barrer el suelo cuando termines, porque algo de gravilla o de arena se caerá seguramente.

4. Tras esto, prepara una aguada de cola de carpintero y agua, mezclada y diluida al 50% y pinta con esa mezcla la superficie del tablero con una brocha. Esto evitará que la gravilla o arena se suelte, quedará muy duro y resistente. La brocha lávala bien cuando termines o quedará inutilizada cuando se seque.

Conclusión y consejos.

El tablero resultante es muy realista, con una textura de material realista. Además, pueden hacerse ambas caras, para tener dos tipos de superficies distintas.

A mi me gusta emplear arena de obra, una vez seca, puedes pintarla en tonos marrones y verdes. Una vez terminado parecerá tierra auténtica. 

Superficie de desierto, con arena real

Otro material muy bueno es la arena de playa, es fácil de encontrar en tiendas de mascotas, tras secar parece una superficie de un desierto. La arena de obra, también puede dar resultados muy realistas y puede pintarse en distintos tonos ocres de desierto. 


Superficie nevada, con microgravilla blanca

Y el último experimento que hice fue una microgravilla blanca, con gránulos casi el tamaño de la arena, que compré en un bazar chino, el tablero conseguido tiene un aspecto de campo nevado, muy realista y es ideal para una escenificación invernal. En el ejemplo de abajo, se han puesto una piedras grises que parecen rocas, muy adecuadas para un escenario nevado y un grupo de abetos.

Escenario de invierno, con abetos y rocas frías


En estos tableros sin casillas, se puede colocar con libertad cualquier tipo de escenografía: árboles, rocas, muros, columnas, ruinas, etc. Puedes recrear desiertos, bosques, pantanos, etcétera. En la fotografía de abajo, se han puesto varias piedras rojizas que encajan perfectamente como rocas del desierto. A este escenario puede añadirse algún cactus y alguna palmera.

Escenario de desierto, con un par de rocas.